lunes, 27 de julio de 2015

Epifitos; cuidado de las orquídeas.


Saludos amigos, con este vídeo empiezo la serie de vídeos "Biólogo en la red" acerca de naturaleza y curiosidades científicas. Espero que os gusten y dar respuesta a vuestras peticiones.






https://youtu.be/6ZkQX5ygvhg

sábado, 4 de julio de 2015

Las cigüeñuelas de la Albufera.

Todo empezó a finales de abril cuando dos jovencísimas cigüeñuelas se cortejaron y decidieron construir su nido juntas. Pese a su inexperiencia, que las llevó a nidificar muy cerca de un camino muy transitado por humanos, tuvieron la suerte no obstante, de hacerlo en el entorno protegido de la Albufera de Valencia y eso sin saberlo ellas, las favoreció. De los 4 huevos que pusieron finalmente sólo eclosionaron 3. La primera foto hace referencia al comienzo de todo...el primer huevo. En la segunda foto se ve a uno de los hermanos recién nacidos, unos pequeñuelos inquietos que desde el primer día no paraban de deambular por la playita de su pequeña laguna a la búsqueda de pequeños anélidos, crustáceos, larvas de renacuajo, o cualquier pequeño animalillo que fueran capaces de engullir. Sus inexpertos padres resultaron no obstante ser unos padres excelentes, preocupados de sus pequeñuelos al máximo, que llevaban frita a la pobre gallineta que en el cañaveral cercano a su nido también intentaba sacar adelante a su pollada, espantándola siempre que hacía tímido acto de presencia. Ante cualquier señal de alarma de sus padres los pollitos, muy obedientes, corrían al amparo de papá o mamá, ya que ambos estaban siempre merodeando en torno a los polluelos a los que no les quitaban ojo. Y tras 4 semanas aproximadamente, los pequeñuelos se convirtieron en los sanos jovencitos como el de la foto 3...hoy ya revolotean y seguramente la próxima vez que vaya a visitarles es posible que no estén. Probablemente hoy ha sido mi despedida para con esta familia a la que llevo siguiendo desde abril. Pero no es una despedida triste, los tres pollos han sobrevivido con éxito y apuesto a que el próximo año volveré a ver a sus padres, o tal vez a ellos mismos, en la pequeña laguna donde este año, discretamente, casi bajo los pies de domingueros, naturalistas y curiosos, ellos, y en realidad la vida, ha vuelto a hacer su milagro. De modo que me despido con orgullo por haber sido observador en las sombras de todo y también de alguna manera vuestros ojos a la primavera...